miércoles, 26 de agosto de 2009
Mi maleta. ¡¡¡Ay mi maleta!!!
Jueves 26 de agosto de 2009
Son las 22.15 h. cuando el vuelo 1406 de EasyJet proveniente del Aeropuerto de Barcelona-El Prat acaba de tomar tierra en el Airport Genève Switzerland (No digo Ginebra porque enseguida asociáis al Cubata).
Larguísimos pasillos hasta llegar a la terminal de equipajes. Menos mal que la tecnología suiza funciona como un reloj y hay varias cintas mecánicas que te llevan de paseo sin mover un solo pié.
Una vez en la sala de “bagages” me sitúo en la cinta cuya boca debe vomitar mi maleta.
En breves momentos podré disponer de mis pertenencias y fuera me esperará la “navette” de Alpybus (75 € ida i vuelta) que me llevará al hotel en Chamonix-MontBlanc, capital de los Alpes franceses.
Las maletas van saliendo y los pasajeros, alborozados, recogen sus pertenencias. ¡Que bien! ¡Que alegria!
Apenas quedamos 6 o 7 personas esperando los equipajes como si del “maná” se tratase cuando de pronto la cinta se para y las maletas dejan de salir. ¡¡Caspita!! ¡¡Recórcholis!! Me quedo blanco. Muy blanco.
Con mi chaqueta bajo el brazo, mi revista y mi Sudoku recorro de un lado para otro la sala como un poseso. Busco y rebusco por todas las cintas de todos los vuelos del Aeropuerto Internacional de “qué más da ya”. Mi color va a menos: Más blanco si cabe y lánguido. Muy lánguido.
Pienso en mis bastones (limpitos ellos), zapatillas, Gore, forro polar, gorras, camisetas, mallas cortas y largas, en tantas y tantas cosas, materiales e inmateriales, visibles e invisibles.
De repente me invade la misma angustia que sintió Manolo Escobar cuando se quedó sin “su carro”. ¡¡¡“Cagoenla”!!!
Me dirijo a la oficina de reclamaciones del aeropuerto (“Litiges bagages”) y afortunadamente para mí me atiende una mujer en castellano, aunque desafortunadamente para ella porque tiene que oír toda clase de improperios, y palabras malsonantes, explicaciones que ni va ni le vienen y adjetivos calificativos poco edificantes que no reproduzco por estar en horario infantil.
Me comunica que EasyJet si no encuentra mi equipaje en 5 días, lo continúa buscando durante otros 30 días más y yo le digo que si al día siguiente no aparece, me vuelvo “pal pueblo” que allí no pinto nada sin mi equipaje. Que llevo 3 meses entrenando como un “gili” como para no poder hacer lo que he venido a hacer. ¡Conforme voy hablando siento como me va saliendo la espuma por la boca!
Me da los impresos correspondientes con una serie de teléfonos y una página web http://www.worldtracer.aero/filedsp/u2.htm donde puedo controlar el equipaje perdido online mediante el número de referencia del expediente que me han asignado. (los impresos los rellenó ella muy amablemente con una sonrisa. Perdón, con un boli)
Salgo de nuevo a la sala de equipajes y sigo buscando (como Marco a su pobre mamá). De pronto suena mi teléfono móvil. ¡¡¡Lo que faltaba!!! Es el conductor de la furgoneta que me debe llevar a Chamonix. Con el poco francés que sé (falté a algunas clases en el instituto) entiendo que el tío está harto de esperarme, ¡que dónde estoy! ¡que ya han salido todos! Son las 23:10 Le digo que “le bagage est perdú” y quedo con él en el mostrador de información de la salida. Tengo que abandonar la sala de equipajes o me quedo en Suiza.
Quiero agradecer el ánimo insuflado por un grupo de madrileños que iban en la “navette” i que se ofrecieron en ayudarme dentro de sus posibilidades.
Cuando llego al hotel es la 1.00 h de la madrugada. Estoy fundido. Agotado física y mentalmente. A las 2.15 aún doy vueltas por la cama con mi ropa de calle (no tenía ni “gayumbos” para cambiarme). Me despierto a las 5.30 h. Si algo tengo claro es que si no aparece la maleta vuelvo a casa. Al rato me levanto y en unos instantes estoy dando vueltas por Chamonix. Las montañas de alrededor impresionan. Con su nieve y todo. Apenas están puestas las calles. Sólo Repartidores, barranderos, basureros….. y yo. Las ojeras me llegan al suelo. Es jueves y aunque llegue la maleta ¿que voy a hacer mañana si estaré "pa l'arrastre"? Miro escaparates ¿Cómo voy a comprarme todo un equipo nuevo? Sale carísimo. Mi mujer me telefonea y me dice que me lo compre todo que ha sido mucha preparación y que no puedo echarlo a perder todo. Que no, que si no aparece la maleta me vuelvo a La Plana.
A las 8:00 voy al apartamento de Cul-roig i Tiran007 (en adelante CR i T7). CR consulta por internet en la web mencionada con anterioridad y... “e Voilà”. LA MALETA SALDRÁ DE BARCELONA EN EL VUELO 1402 DE LAS 12:05. Un atisbo de esperanza. Un rayo de luz parece iluminar mi demacrado rostro. Junto con T7 y su mujer voy a la estación de tren a buscar un billete. Demasiadas horas para llegar a Ginebra (transbordo incluido en Saint Gervais). La ciudad de Calvino y más concretamente su aeropuerto de Coindrin tienen la llave de mi primer UTMB
Acepto y agradezco que me lleven en coche al Aeropuerto de Ginebra (aunque me pierda su paella). Llegamos a las 11.00 h. previo pago de 30 € para circular por las carreteras-autopistas suizas (1h 30 min. de viaje). Ellos se vuelven a Chamonix. Yo ya me las arreglaré, que ya soy mayorcito (quizá demasiado).
Me dirijo al mostrador de EasyJet y unas cuantas ventanillas y oficinas después (con mucha educación, eso sí) consigo llegar al despacho de “Litiges Bagages” de Swissport por la zona de oficinas (no por dónde entré por la noche). Les informo de lo que me ha pasado y que al consultar por internet cita el vuelo que llega a las 13.30 h. Me indican que si quiero, me llevarán la maleta al hotel de Chamonix. ¡¡¡Ni pensarlo!!! ¿Y si tardan dos días? Se lo agradezco pero NO. Entonces me dicen que cuando los paneles informen de su aterrizaje que vuelva y me dejaran entrar por la “puerta falsa” a la sala de equipajes.
Mientras hago tiempo, pregunto dónde comer y lo más importante: cómo volver a Chamonix desde el aeropuerto.
Lo de comer es fácil: en el Burguer king del aeropuerto. Aviso: La “señora María” del kiosco del aeropuerto no admite Euros, aunque hay oficina de cambio en la terminal.
Lo otro más complicado. Debo coger un autobús urbano (2 €) desde la terminal hasta la parada de la Place des Vingt-Deux cantons, situada a unos 100 mts. de la “Gare de Cornavin”, en pleno centro de Ginebra. Desde allí por la Rue du Mont-Blanc, calle peatonal con terrazas de bares (que lugares) llegar a la “Gare Routière”. La estación de autobuses internacionales situada en la Place Dorcière, entre la R. Mont-Blanc i la R. des Alpes, muy cerca del Lago LÉMAN.
A las 14:00 la maleta está en mi poder. “Mi tesooooro”. Ni que decir tiene lo que siento en estos momentos. Embargado por la emoción (y por Hacienda) me voy al burguer a comer. A las 15:10 llego a la Gare Routière y me informan que el autobús de vuelta a Chamonix (35 € del ala) sale a las 17.50 h. Después de mucho pasear y vagabundear con la maleta a cuestas (no sé porqué pero creo parecerme a Paco Martínez Soria), me acerco al lago Léman para observar y admirar su famoso chorrito (Jet d'eau) símbolo de la ciudad. Unas fotos, un helado y al autobús.
Son las 20.00 h. cuando bajo del autobús en la parada de la estación de tren de Chamonix. ¡¡¡Estoy agotado!!! Con la maleta bajo el brazo llego al hotel pasando por las principales calles de la población llenas de terrazas atestadas de gente (la mayoría con las pulseritas identificativas del UTMB o CCC). Ceno y a dormir que mañana tendré que recoger el dorsal i por la tarde tengo “baile” y de pareja me he reservado a las más feas: La Charme, Notre Dame de la Gorge, La Balme, Croix de Bonhome, etc... y la más…... de entre todas: El Grand Col du Ferret.
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De que et queixes collaconills?? si tot aguera segut fácil......que coll..........comptaries ara?? Aixó no es anar a fer una cursa........es anar a fer LA CURSA i fer lo que has fet en eixes condicions..................qui vinga darrere que ho prove. Anim per seguir fen lo que mes t'agrada
ResponderEliminarCollins Pepe.... esto es mas tentador y entretenido de leer que ver la peli de TV... jajajaja. Que grande.... que grande.
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